Día 93.

Mientras en otras ciudades el paisaje se ha teñido de blanco. Aquí hemos tenido lluvia, granizo y un mini-tornado. 

Día 92.

Hasta esta mañana nunca hubiera pensado que se podían dedicar tres horas a la rodilla. Y yo sigo halagada porque mi profesor de prácticas me ha preguntado si  practico algún deporte. Al parecer mi vasto externo del cuádriceps (Lo siento, no lo podéis observar en la fotografía) esta muy desarrollado. Nota: Abstenerse de risas escandalosas.

Día 91.

Hago prácticas en las que me hacen un tercer grado de todo lo que he comido en las últimas veinticuatro horas. Hamburguesas de Mcdonalds, nuggets de pollo... ¿quién da más?

Día 90.

Pensaba que no me podía superar pero esta mañana he ido a la universidad sin monedero. Lo que implica no tener dinero ni abono de transportes para poder volver a casa. La historia ha acabado lo suficientemente bien como para que en este momento sea una simple anécdota.

Día 89.

Yo también tengo una mascota. Es un conejo, se llama Arizona y no necesita cuidados. Desprende amor por cada uno de los poros de su piel de plástico. 

Día 88.

El amor está en todas partes y yo he acabado con el a mordiscos. Para más información preguntad a mi estómago.

Día 87.

Esta mañana me he despertado cuando faltaban cinco minutos para que sonara el despertador. Estaba cansada, muy cansada, tan cansada que he decidido faltar las primeras horas de clase. También porque siento que no son productivas o al menos no tanto como dormir unas horas más. A eso de las doce he conseguido asistir a Fisioterapia en especialidades clínicas I (FEC 1). Una de esas asignaturas en las que siento que aprendo algo y que me podrá servir en un futuro. Y el día ha seguido avanzando dejando a un lado la pereza.

Día 86.

Me gustan las tardes de jueves que acaban de una forma diferente a la habitual.

Día 85.

Esta es la historia del día que descubrí que era una chica bershka. Sin ser yo choni, ni hortera, ni nada de eso.

Día 84.

El placer de compartir un cumpleaños más a tu lado. En unos días este sobre estará tocando tus manos y yo querré ser de papel. 

Día 83.

El asfalto agrietado era el protagonista. Las luces y las flores se habían quedado a un lado. Había pasado poco más de una semana y cada rincón había perdido su encanto.

Día 82.

"Es como el cuerpo humano, ¿qué seria del cuerpo humano sin sus miembros? Sí, son frágiles  Porque aquellas sociedades que dividen y apartan a las minorías no están unidas. Parece como si cada uno fueran islas desiertas. Eso es lo que no se pretende. Aquí no hay ni mujeres, ni negros, ni homosexuales. Aquí todos somos personas."

Día 81.

Caminaba moribunda y me he encontrado con algo impactante. El resto de la tarde la he dedicado a sobrevivir.

Día 80.

Una fiesta de mocos en mi nariz. Me ha gustado la celebración. Ojalá que algunas cosas no cambien nunca.

Día 79.

Cosas que hacer un día de San Valentín un día cualquiera:

• Merendar un trozo de tarta con forma de corazón. 
• Disfrutar de un capitulo de una serie y una llamada de teléfono junto a esa persona especial.  
• Faltar a clase para poder hacer todo lo anterior. 
• Descargar el archivo de twitter y leer tweets del pasado hasta ponerse nostálgica. 
• Dormir una mini-siesta antes de dormir y sentir que ha sido un error.

Día 78.

Seguro que hay un mundo alejado de estas cuatro paredes pero yo últimamente no lo conozco. 

Día 77.

Si tuviera que poner un titulo a este día lo llamaría "Descubriendo la universidad" o "Como perderse dos horas de clase sin ser consciente de ello".

Día 76.

Esta mañana mis ojos han decidido ponerse rojos como protesta. No estaban por la labor de que madrugara. ¡Qué mal me sienta la vuelta a la rutina!

Día 75.

Es curioso lo que puede cambiar un lugar en cuestión de horas. Ser una fuente de alegría para más tarde convertirse en una de tristeza. Esto entre líneas quiere decir que lo mejor del domingo ha sido despertar a su lado y lo peor observar como los metros entre nosotras iban aumentando.

Día 74.

De esta forma celebré junto a Cé la noche de carnaval. Para los menos espabilados esa es la pantalla del cine y mis dos dedos haciendo la payasi. Y entonces... ¡MEC! Cometí mi primer desliz en este blog. El lado bueno de las cosas es que esto no es fotolog y se puede actualizar un día después como si nada hubiera ocurrido. 

Día 73.

- Ojalá así siempre.

- Siempre es mucho tiempo. ¿Y si se acaba la magia?

- Fabricamos más. 

- ¿Cómo?

- Mirándonos. Con caricias en la espalda y besitos en el cuello. Con mis ojos reflejados en los tuyos. Así, como tú y yo sabemos. 

Cé

Día 72.

De vez en cuando la suerte esta de mi lado. Y yo soy tan adorable que mañana mis padres se van a ver a Café Quijano gratis.  

Día 71.

Reconozco que me gusta organizar el tiempo cada vez que comienza un nuevo cuatrimestre.

Día 70.

Yo para ser feliz quiero leer aquí todas las mañanas.

Día 69.

Buscando en el baúl de los recuerdos he encontrado esta camiseta. Al parecer mi seudónimo surgió mucho tiempo antes de lo esperado.

PD. El número de la entrada de hoy jiji, jaja.

Día 68.

1. Admito que soy experta en deshacer camas. 

2. Esta tarde he descubierto que hace unos años era mucho más dramática que ahora y que Cé. tiene un don para soportar mis cabreos absurdos.

Día 67.

La música del exterior no le dejaba escuchar a su interior. Probablemente ni siquiera quería hacerlo.

Día 66.

La libertad deja un sabor de boca que me gusta demasiado. Debería ponerme ese cartel en mi habitación los días previos a un examen: "CUIDADO, OGRO. ¡LARGO!"